​PEQUEÑA HISTORIA DE UNA GRAN FAMILIA


Cuando disfrutamos del sol mar y nos quedamos satisfechos, tal vez alguien se ha preguntado a sí mismo ¿de dónde viene este secreto de tan sabroso resultado? Que cada vez nos convierte en parte de la familia sol mar.

La abuela Margarita tenía la destreza de preparar y de convencer al paladar más exigente con primorosa diligencia en aquellas Fiestas Culturales y Costumbristas, velorios y carnavales, etc. Algún evento el cual todo el pueblo asistía, no pasaba por desapercibido la sazón de la abuela que deleitaba con su receta al trabajador cajamarquino.
¿Por qué no ofrecer el sabroso resultado de aquellos secretos de su infancia?

Ya en la capital su hija Celida Izquierdo acompañado de su esposo Alfredo, decidieron abrir un restaurant que coincidiera con el nombre SOL MAR. aquellos recuerdo de doña Celida junto a su madre de su arduo trabajo en el campo bajo el sol y nuestros platos hechos del fruto del mar, como en sus sueños azules que siempre quiso conquistar la capital y pues aquí lo tenemos conquistando a los limeños con su especialidad a base de pescados y marisco.

Fue en su propia casa en esta Jr. Meza Medrano 517 S.M.P donde empezaron a atender a los visitantes, previstos de una sola y larga mesa sobre la cual una cantidad cada vez mayor de amigos, vecinos comenzaron a probar las creaciones culinarias de Doña Celida. Corría el año 1995.

Toda la familia Carrión Izquierdo se entregó la tarea de atender la exigencia de un público apetente y satisfecho. Luis fue ganando experiencia desde muy pequeño y alimentándose de los secretos que venían en escala desde sus antaños, una magnifica trascendencia culinaria.

Por supuesto agregó a la carta sus propios y diversos ingenios. El país pasó por todas las peripecias imaginables que la historia registra, pero sobre todo el sol mar creció y pasó a ellos, vigoroso, cultivando el más íntimo secreto de la abuela.

Sol mar hizo de la concurrencia parte de su propia familia. La abuela en la actualidad sigue deleitando a su pueblo cajamarquino, su pueblo se lo pide, y siempre estará allí como en los inicios de esta historia.

Ni la física presencia de la protagonista de esta lugar impide que el SOL MAR deje de existir y recibir a los amigos y nuevos que llegan cada vez más, porque el espíritu de la abuela permanece como la vida siempre permanece más allá de la vida. La familia del SOL MAR sabe que las puertas de esta casa nunca dejaran de estar abiertas. No hay nada como celebrar la dicha de volvernos a encontrar.

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